¿Por qué la sostenibilidad fracasa en tantas organizaciones?
HM
“Cuando la intención no basta: por qué la sostenibilidad fracasa dentro de tantas organizaciones”
Cada semana conversamos con líderes que quieren hacer lo correcto.
Directores generales, rectores universitarios, gerentes de sostenibilidad, alcaldes, líderes legales o financieros.
Todos coinciden en algo: la intención está. La voluntad política o empresarial existe. La urgencia climática se reconoce.
Y sin embargo… los resultados casi nunca llegan a la altura de esa voluntad.
No es por falta de compromiso.
Es porque falta algo más profundo, más estructural, más operativo.
La sostenibilidad está presente en el discurso, pero ausente en la gestión real.

El patrón silencioso que se repite
Es sorprendente cómo organizaciones tan distintas —bancos, constructoras, municipios, universidades o grupos industriales— enfrentan el mismo tipo de obstáculos.
Algunos suenan así:
“Tenemos un comité ESG, pero nadie tiene tiempo para sostenerlo.”
“El gerente ambiental renunció y no hemos vuelto a levantar el plan.”
“Los informes se hacen, pero no se usan para tomar decisiones.”
“El área de sostenibilidad está aislada del resto de la organización.”
“Tenemos metas climáticas, pero no sabemos cómo ejecutarlas.”
“Cada año empezamos algo, pero se queda en el papel.”
¿Te suena familiar?
Porque no son excepciones. Son síntomas de un problema sistémico:
no existe una unidad que gestione la sostenibilidad como lo que realmente es… un proceso continuo, técnico, transversal y con impacto financiero.

Falta la arquitectura: sostenibilidad sin estructura no funciona
Muchas organizaciones creen que la sostenibilidad se activa con un diagnóstico, una consultoría o un plan estratégico. Y sí, esos pasos son importantes.
Pero luego… ¿quién coordina? ¿Quién le da seguimiento? ¿Quién pone fechas, recursos, prioridades?
¿Quién transforma las buenas intenciones en acción sostenida?
La mayoría de los equipos ESG están solos, con recursos limitados, sin línea directa con la dirección ni herramientas de gestión reales. En algunos casos, incluso la sostenibilidad termina dependiendo de una persona: el “campeón climático” interno.
Y cuando esa persona se va, se va también el impulso.
El problema no es la gente. Es el sistema.
Hemos visto a organizaciones con profesionales brillantes en sostenibilidad… que aún así no logran ejecutar.
¿Por qué? Porque la estructura no los acompaña.
Sin un equipo multidisciplinario.
Sin gobernanza clara.
Sin cronograma, sin presupuesto asignado, sin métricas vivas.
Sin alguien que vea la foto completa y mantenga el ritmo.
Y así, año tras año, las organizaciones se mantienen en modo reactivo.
Prometen mucho. Reportan algo.
Pero transforman poco.
¿Y si el problema fuera justamente eso? Falta de un puente.
Un puente entre la visión y la ejecución.
Entre el compromiso y la acción.
Entre la sostenibilidad como discurso… y la sostenibilidad como práctica viva.
Ese puente existe. Y no es una idea nueva.
Se llama PMO de Sostenibilidad: una oficina real, operativa, que se encarga de convertir la visión sostenible en una gestión estructurada, medible y transversal.
Y la buena noticia es que hoy ya no necesitas construirla desde cero.

Próxima entrega:
“De las promesas al poder operativo: nace la PMO de Sostenibilidad como servicio”
Descubre cómo esta unidad puede activarse desde nuestra plataforma y convertirse en el corazón climático de tu organización.