El desafío de los condominios frente al mar en tiempos de cambio
HM
El despertar silencioso: lo que pasa cuando tu condominio empieza a fallar
Durante muchos años, Playa Corales fue todo lo que soñamos: un refugio frente al mar, aire limpio, caminatas tranquilas al atardecer y la comodidad de tenerlo todo a pocos metros. Pero como suele pasar con los lugares que envejecen en silencio, un día empezamos a notar que algo ya no estaba funcionando como antes.
El agua perdía presión con frecuencia. Las luces del camino se apagaban sin previo aviso. La planta de tratamiento de aguas tenía ese olor persistente que ya no se disimulaba con flores. Y la desalinizadora —el corazón de nuestro sistema— simplemente se volvía más costosa y menos eficiente con cada año.

Al principio, intentamos resolver las cosas como siempre: con parches, con contratos de emergencia, con comités ad hoc. Pero la verdad es que ya no bastaba con reparar. Estábamos sosteniendo un sistema que pedía a gritos ser repensado.
Y no solo por comodidad. También por costos. Por impacto ambiental. Y, sobre todo, por el valor futuro de nuestras propiedades.
Cuando la incomodidad se convierte en urgencia
En cada reunión de propietarios, los temas se repetían. El presupuesto de mantenimiento no alcanzaba. Las reparaciones temporales se volvían recurrentes. Y la sensación de vivir en un condominio “exclusivo” comenzaba a desdibujarse.
Fue entonces cuando uno de nosotros —Rodrigo, vecino y amigo de toda la vida— tomó una iniciativa: contactó a Héctor Miranda, un especialista en sostenibilidad urbana, con experiencia en proyectos complejos de transformación energética y ambiental.

Lo que comenzó como una consulta informal se convirtió en una conversación profunda. Porque lo que Héctor planteó no fue “arreglar lo viejo”, sino pensar en el futuro.
Una pregunta que cambió todo
La pregunta fue simple, pero potente:
“¿Quieren seguir administrando problemas o quieren convertir su condominio en un modelo de sostenibilidad y eficiencia?”
La respuesta no llegó de inmediato, pero llegó. Porque detrás del malestar acumulado, había una comunidad dispuesta a avanzar.
Esta es solo la primera parte
Hoy comparto esta historia no solo como vecino, sino como alguien que fue testigo del cambio desde el principio. Esta es la primera entrega de una serie en la que voy a contar cómo decidimos rediseñar el futuro de Playa Corales —desde la idea hasta la implementación— y cómo lo que parecía imposible se transformó en una realidad que ya empieza a inspirar a otros.
Si tú también vives en un condominio que fue increíble hace 15 años, pero que ahora se siente algo desgastado, tal vez esta historia te sirva.
La transformación no es cuestión de suerte.
Es cuestión de decisión.